venerdì 28 febbraio 2014

APOSENTOS DE AMOR

APOSENTOS DE AMOR EN LOS DIVINOS CORAZONES




Marzo 14/08 9:00 p.m.


Mensaje de los Divinos Corazones para toda la


humanidad:


Hijitos de nuestra predilección os amamos con la mayor


prueba de amor para con cada uno de vosotros: Nuestra


presencia siempre os acompañará, si os refugiáis en uno


de los aposentos de los Divinos Corazones, aposentos


que son la Puerta al Amor y a la Voluntad Divina.


Os llamamos a formar aposentos de amor, en los Divinos


Corazones, reuniéndoos en pequeños grupos, a imitación


de la Primeras Comunidades Cristianas, para que pidáis


en unidad de espíritu por la conversión y salvación de


todas las almas sacerdotales y religiosas, por la


conversión y salvación de vuestras familias, por la


conversión y salvación de todas las almas del mundo


entero.


Suplicad Misericordia a Vuestro Padre para que la


devoción de los Sagrados Corazones se extienda en todos


los confines de la tierra, devoción que es el sello Divino


en este final de los tiempos.


Os damos las siguientes promesas a todas las almas que


propaguen y formen Aposentos de Amor en los Divinos


Corazones.


1. Seréis escogidos como almas privilegiadas por el cielo,


almas que por atender a nuestro llamado os hacéis


soldados victoriosos en el Triunfo de los Sagrados


Corazones en este final de los tiempos.


2. Sacaréis del Purgatorio, con vuestra oración, almas


sacerdotales y religiosas que se encuentran allí en estado


de purificación.


3. Vuestra oración subirá al cielo, convirtiéndose en


gracias de salvación que recaen sobre la tierra.


4. Allí, en los Aposentos de Amor, tomaremos vuestro


corazón convirtiendo vuestra tristeza en alegría, vuestra


oscuridad en luz, vuestra turbación en dulce paz.


5. Responderemos a todas vuestras peticiones entregadas


a Nuestros Divinos Corazones.


6. Os daremos hambre de salvación y celo por conservar


la pureza de vuestro corazón.


7. Plantaremos en vuestro corazón las rosas de Nuestras


Virtudes para que os hagáis santos.


8. Seréis pararrayos de bendición para cada uno de


nuestros hijos predilectos, los sacerdotes, porque vuestra


oración y sacrificio subirá como incienso ante la


presencia de Nuestro Padre, haciendo que muchas de


estas almas vivan su sacerdocio ministerial a imitación


del Sumo y Eterno Sacerdote Jesucristo.


9. La caridad llegará a ser vuestro gran amor en este


mundo y vuestra forma de vivir.


10. Si volteáis hacia Nosotros, estaremos listos para


perdonaros y amaros.


11. Iluminaremos vuestras conciencias, respecto a


vuestras faltas al Amor Santo, o algún pecado que no


hayáis confesado.


12. Os daremos desprendimiento a lo material y a lo


terrenal y apego a lo Espiritual y a lo Divino.

Estructura de Oración para los Aposentos de Amor


en los Divinos Corazones.


1. Sellamiento.


2. Oración al Espíritu Santo y a San Miguel Arcángel.


3. Rezo y Meditación del Santo Rosario, de los cinco o


más misterios (del Tomo III En las Fuentes de mi Divino Corazón).



Incluir las Letanías Lauretanas.




4. Coronilla por las almas sacerdotales y religiosas.


5. Lectura y Meditación de uno o más mensajes, dados a


Agustín del Divino corazón.


6. Oración: Entrega a Jesús Víctima Divina.


7. Consagración a María Inmaculada.


SELLAMIENTO .



(Como oración inicial)



Jesús, Maestro de los apóstoles de los últimos tiempos, por los


méritos infinitos de Vuestra Preciosísima Sangre e intercesión del


Corazón Inmaculado de María, me presento ante Vuestro Trono


Celestial seguro de ser recibido en Vuestro Sacratísimo Corazón,

fuente de Vida y de Santidad, para que selléis mis oídos (.), contra


toda palabra, contra todo insulto, insultos y palabras que no harán

mella dentro de mí. Sellad mi corazón (.), para que hagáis de él un


corazón impregnado de Vuestra mansedumbre, de Vuestra pureza,



de Vuestra extrema bondad por el que sufre , corazón nuevo en el


amor, corazón nuevo para perdonar, corazón nuevo para excusar,


corazón nuevo para sentir mi corazón en Vuestro Corazón. Sellad

mis ojos (.), para ver Vuestra presencia en cada hermano. Sellad

mi olfato (.), para que camine en pos de vuestra fragancia celestial

y deis a mi alma olor de santidad. Sellad mis manos (.), para que,


a través de ellas, haga las mismas obras que hicisteis y aún

mayores. Sellad mis pies (.), para no cansarme en seguir Vuestras

huellas. Sellad mis palabras y mis labios (.), para que de mí


siempre salgan palabras edificantes, palabras que sean: flechas de



amor, flechas que ardan en los corazones, corazones que serán


purificados en el amor, en la esperanza, en la unidad y en la

fraternidad. Sellad todo mi ser (.): espíritu, alma, cuerpo,


marcando cada parte de mi piel con Vuestra Cruz: signo de



Victoria, signo de Vida y signo de repudio para satanás. Haced que


Vuestra Santísima Madre me proteja, me guíe y me tome de sus


manos para que permanezca fiel en su camino. Amén.
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


Espíritu Santo fuente de toda Sabiduría, iluminad mi


entendimiento, iluminad mis potencias y mis sentidos, para no


ceder ante las falacias del espíritu del mal. Arropadme con Vuestra


Luz, para que revestido de Vuestro Resplandor, sea antorcha de luz


en medio de las densas tinieblas que cubren la tierra. Derramaos


sobre mí, bañándome con Vuestros carismas y con Vuestras


singulares Gracias para contribuir, como apóstol de los últimos


tiempos, en la reconstrucción de mi Iglesia. Enardeced mi Corazón


con Vuestras ráfagas de fuego e inflamadlo con Vuestro Amor y


henchidlo con Vuestra presencia para que a imitación de los


Sagrados Corazones de Jesús y de María, adore y alabe Vuestra


grandeza como tercera Persona de la Santísima Trinidad. Amén.
Oración a San Miguel Arcángel


(Para el final de los tiempos).


San Miguel arcángel, me abandono por completo a vuestra


protección. Revestidme de vuestra armadura celestial para que el


imperio de Satanás no tenga dominio sobre mí, sobre mi familia y


sobre todos los que amo. Iluminadme con la Luz de Cristo para que


el error y las falsas seducciones del demonio no entren en mi


corazón. Sed mi guardián y protector, en este final de los tiempos,


llevándome de vuestra mano al verdadero reinado de Jesucristo.


Haced que, vehementemente, adore el Sagrado Corazón de Jesús y


Venere el Sagrado Corazón de María, resguardándome dentro de


ellos, considerándolos como habitáculos de la Divinidad.


Protegedme, poderosísimo defensor, contra las huestes del mal y


unidme al triunfo de los Divinos Corazones, haciéndome partícipe


de la Nueva Jerusalén. Amén.
Jaculatorias para el Rosario


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del


infierno y llevad al cielo todas las almas, especialmente las más


necesitadas de vuestra misericordia.


Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo, y os pido perdón por


los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.


Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro


profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y


Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los


Tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, de los


sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido; por los


méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón


Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres


pecadores.
LETANIAS LAURETANAS


V/ Señor, ten misericordia de nosotros. R/ Señor, ten…


V. Cristo, ten misericordia de nosotros. R/ Cristo, ten…


V. Señor, ten misericordia de nosotros. R/ Señor, ten…


V. Cristo, óyenos. R/ Cristo, óyenos


V. Cristo, escúchanos. R/ Cristo, escúchanos


V. Dios, Padre celestial. R/ Ten misericordia de nosotros


V. Dios Hijo Redentor del mundo R/ Ten misericordia de nosotros


V. Dios Espíritu Santo. R/ Ten misericordia de nosotros


V. Trinidad Santa, un solo Dios. R/ Ten misericordia de nosotros



Santa María.




R/ Ruega por nosotros.


Santa Madre de Dios


Santa Virgen de las vírgenes


Madre de Cristo


Madre de la Iglesia


Madre de la divina gracia


Madre purísima


Madre castísima


Madre virginal


Madre inmaculada


Madre amable


Madre admirable


Madre del Buen Consejo


Madre del Creador


Madre del Salvador


Virgen prudentísima


Virgen digna de veneración


Virgen digna de alabanza


Virgen poderosa


Virgen clemente


Virgen fiel


Espejo de justicia


Trono de sabiduría


Causa de nuestra alegría


Vaso espiritual


Vaso digno de honor


Vaso insigne de devoción


Rosa mística


Torre de David


Torre de marfil


Casa de oro


Arca de la alianza


Puerta del cielo


Estrella de la mañana


Salud de los enfermos


Refugio de los pecadores


Consuelo de los afligidos


Auxilio de los cristianos


Reina de los Ángeles


Reina de los Patriarcas


Reina de los Profetas


Reina de los Apóstoles


Reina de los Mártires


Reina de los Confesores


Reina de las Vírgenes


Reina de todos los Santos


Reina concebida sin pecado original


Reina elevada al cielo


Reina del Santísimo Rosario


Reina de la familia


Reina de la paz


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.

Perdónanos, Señor.



Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.


Escúchanos, Señor.



Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.

Ten misericordia de nosotros.


V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios

R. Para que seamos dignos de alcanzar la promesas de Nuestro


Señor Jesucristo. Amén.

Oremos


Tú que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María


una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de


vivir siempre conformes a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos.


Por Cristo tu Hijo, Nuestro Señor. Amén.

CORONILLA POR LAS ALMAS


SACERDOTALES Y RELIGIOSAS.

La Coronilla se compone de doce cuentas. Cada cuenta tiene cinco jaculatorias y


un gloria, para simbolizar los doce pilares de la Iglesia: las doce tribus de Israel


y los doce apóstoles, y las cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y


Eterno Sacerdote.

En las cuentas del Padre Nuestro se dice:


Padre Eterno os ofrezco la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor


Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, por la conversión y salvación


de todos los sacerdotes y religiosos del mundo entero.


En las cuentas del Ave María se dice cinco veces:


V/Divino Corazón de Jesús, viviente en el Corazón de María.


R/Vivid y Reinad en todos los corazones de los sacerdotes y


religiosos y consumidlos en vuestro puro amor.


En cuentas del gloria se dice:


V/Corazones unidos de Jesús y de María.


R/Haced que vuestros sacerdotes y religiosos tengan fecundidad en


su ministerio y la victoria contra el maligno.


Para finalizar repetir 3 veces:


V/Nuestra Señora del Sagrado Corazón.


R/Rogad por todas las almas sacerdotales y religiosas.
ENTREGA A JESÚS VÍCTIMA DIVINA


Corazón de Jesús, haz de mí tu víctima y zarza ardiente de amor


por Ti, haz que nadie pueda acercarse a mí sin ser quemado.


Corazón de Jesús, Víctima pura y Santa, haz de mí una vela


encendida que arda y se consuma en silencio, para sostener el


sacerdocio, a cada uno de los sacerdotes en su lucha.


Corazón de Jesús, haz de mí holocausto para la redención


sacerdotal y universal sobre el altar del sacrificio con la Víctima


Divina y semejante al grano de incienso que el fuego consume para


que suba al cielo, para convertirse en gracias de salvación que


recaen sobre la tierra y el sacerdocio.


Corazón de Jesús, haz de mí lo que quieras, soy tu víctima; no


puedo ya objetar, soy tuyo, ya no me pertenezco.


Corazón de Jesús, vacíame de mí mismo, lléname de Ti, sólo por


Ti yo vivo.


Corazón de Jesús, Tú eres el único a quien considero, Tú eres el


único de quien me preocupo contentar, soy tuyo, tienes por lo tanto


derecho sobre mí, todo derecho de usarme y gastarme como


quieras, cualquier cosa que Tú hagas conmigo para mí está bien,

sólo dame la fuerza del , la perseverancia en el , en tu amor.


Corazón de Jesús, te agradezco por las desilusiones, por las



humillaciones, las necesitaba para desprenderme de los bienes del


corazón y de la tierra.


Corazón de Jesús, seas Bendito cuando me pruebas, me


despedazas, me anulas, me consumes, me destruyes, cuanto Tú


haces es justo, es bueno y yo te Bendigo por mi indigencia, sólo


añoro amarte bastante.


Corazón de Jesús, hágase tu Voluntad, lo deseo porque Tú eres mi


buen Señor y yo soy tu propiedad. Vuélveme y revuélveme,


trabájame y destrúyeme, quisiera de verdad ser reducido a la nada


por amor Tuyo.


Corazón de Jesús, cuan suave es tu mano, también cuando me


hieres y me crucificas. Amén.
Consagración a María Inmaculada.



(Modelo sublime de todas las almas hostias).


Virgen Inmaculada, modelo sublime de todas las almas hostias, a



Ti me consagro, a imitación de la Hostia Perfecta, para ofrendarme


en sacrificio holocausto, por amor a Dios y a todos mis hermanos


hasta los confines del mundo.


Así como Cristo Jesús ha sustituido a la humanidad pecadora,


tomando sus pecados sobre sí, acepta mi pobre ofrenda de sustituir


a los pecadores para expiar y reparar sus pecados, pecados de las


almas infieles a la Gracia del Bautismo, a la Gracia de la vocación


Sacerdotal o Religiosa. Para responder al grito angustiado del


salmista: “El insulto me ha roto el corazón, mi vergüenza y mi


afrenta no tienen remedio; yo esperaba la compasión, pero en vano


no encontré consoladores” (Sal 68). Me ofrezco para sufrir en


lugar de una Santa Hostia en peligro de profanación, tomando para


mí las injurias que ciertas almas causan a Jesús Hostia, “pues el


celo de tu casa me devora, el insulto que te insulta, caiga sobre mí”


(Sal 68).


Me ofrezco como hostia de luz para iluminar las tinieblas, hostia


de humildad para expiar el orgullo, hostia de obediencia para


compensar la rebelión, hostia de castidad para reparar la impureza,


hostia de compasión por esas almas, guardándolas en mi corazón,


pensando en Ti María como al pie de la Cruz se te confía el


Sacerdocio Santo y pecador.


Recibo de tu Hijo Jesús los intensos sufrimientos de su Corazón de


Sacerdote Eterno ofrecidos el primer Jueves Santo hasta el fin de


los tiempos, cediendo todo sitio en mi alma, a Jesús Sacerdote y


Víctima hasta la consumación de los siglos.


Virgen Inmaculada haz que, con mi inmolación amorosa y


voluntaria, haga contrapeso a todas las iniquidades de nuestro


tiempo y sea fuente de consuelo al Corazón Eucarístico y


Sacerdotal de Jesús e imprimas con letras de oro en mi aposento
interior: Un solo Corazón, un solo Amor, un solo Dios. Amén.

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